La sequía que padece la provincia de Guantánamo por las escasas precipitaciones y ausencia de escurrimientos en las cuencas hidrográficas incide de forma decisiva en el descenso de los volúmenes de los embalses, los cuales almacenan solo el 43 por ciento de su capacidad.
La Presa Faustino Pérez, que abastece la tres cuartas partes de la ciudad cabecera provincial, continúa en descenso sus volúmenes, al registrar poco más de 15 millones de metros cúbicos de los 26 millones de su capacidad, lo cual representa un 59 por ciento de llenado y obliga a la adopción de medidas restrictivas en la entrega a la población.
José Antonio Reyes Gómez, Director de desarrollo y control en la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico en el territorio, explicó que desde Faustino Pérez en condiciones normales se entregan unos mil 200 litros por segundos, en el mes de enero se redujo a novecientos ochenta litros y en los próximos días continuará la disminución del suministro en consecuencia con el descenso del agua embalsada.
El otro reservorio con situación más desfavorable es Pozo Azul, que apenas contiene el 14 por ciento de su capacidad, el cual exigió limitar la entrega del vital líquido para las labores agrícolas en el polo productivo del Valle de Caujerí, que ahora se realizan lunes, miércoles y viernes.
Entre tanto, los embalses Jaibo, la Yaya y Los Asientos, a pesar de descender en el preciado líquido almacenado, no tienen mayores consecuencias para el abasto a la población y el servicio a las áreas agrícolas.
Especialistas del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos exhortan a la población a adoptar las iniciativas necesarias para almacenar y ahorrar agua ante el imperativo de alargar los ciclos de distribución en la ciudad de Guantánamo.
