La escalada de violencia en Haití genera hoy preocupación en varias naciones del Caribe, particularmente entre las más cercanas como Jamaica y Bahamas, cuyas autoridades toman medidas preventivas para garantizar la seguridad.

El gobierno de Jamaica anunció el aumento de la prevención y vigilancia para impedir que cualquiera de los más de cuatro mil prófugos haitianos ingrese al país, de acuerdo con declaraciones del ministro de Seguridad Nacional, Horace Chang, a la prensa nacional.

Como saben, existen grupos de pandillas en Haití con conexiones aquí, lo que significa es un problema y tenemos que mantener bien abiertos nuestros operativos de inteligencia, identificar aquellos que están conectados localmente y lo que está sucediendo en Haití, precisó el funcionario al diario digital Jamaica Observer.

Respecto a la necesidad de protección, añadió que las autoridades jamaicanas han intensificado su patrullaje en la costa este, particularmente en St. Thomas y Portland.

Por su parte, la Real Fuerza de Defensa de las Bahamas también ejecutó planes para establecer un bloqueo en el sur del país y hacer frente a la afluencia de fugitivos, detalló el jefe de esa fuerza del orden, Raymond King,quien destacó la colaboración con socios regionales para coordinar esfuerzos.

En respuesta al alza progresiva de la violencia en territorio vecino, República Dominicana suspendió toda la transportación aérea a Haití, quedando suspendidos tanto los vuelos de carga como pasajeros entre los dos países.

Durante meses, las pandillas han dominado importantes porciones de Haití, desatando el caos mediante ataques coordinados en lugares clave, una tendencia en aumento en los últimos días con el objetivo declarado de derrocar al primer ministro Henry, que estuvo ausente del país durante el fin de semana.

Por Prensa Latina

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