Una crucial batalla contra el marabú o aroma (Dichrostachys cinérea) se libra en el valle de Guantánamo, donde este año se espera que unas 700 hectáreas queden libres de la indeseada planta, la cual invade en la provincia más oriental de Cuba unas mil 900 ha de suelos por tal razón improductivos.
De acuerdo con reportaje en Granma del colega José Llamos Camejo, corresponsal de ese matutino en la provincia, es propósito entregar esas “tierras estatales descontaminadas” a productores usufructuarios para la siembra de cultivos varios, arroz y fomentar el plátano y la yuca.
Arroyo Hondo, por donde comenzó hace dos años el saneamiento de las primeras 50 hectáreas es el principal escenario del desmonte y desbroce de marabusales y ya exhibe 250 ha libres de la Dichrostachys. El propósito es totalizar este año 300 ha “higienizadas”.
La Jabilla, al sur de la ciudad de Guantánamo, es otro escenario de lucha contra el espinoso arbusto, donde ya se liberaron 40 hectáreas de la invasora, cuyo combate protagonizan la Empresa de Servicios Técnicos Agropecuarios, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y el Ministerio de la Construcción, apoyados por un campesino propietario de buldócer.
Tras liberarse los campos entra en acción un pelotón de la Empresa Agroindustrial de Guantánamo, responsable de dejarlo listo para la siembra, paso que no admite descuido so pena de que el marabú rebrote, reinfecte las áreas y eche por tierra tan importante inversión para el programa alimentario que impulsa el gobierno municipal a pesar de limitaciones de recursos y combustibles.
Se cree que la Dichrostachys cinérea fue introducida en Cuba desde Milán, Italia, por Doña María Monserrat Canalejos, aristocrática dama, que pretendía con aquellas posturas ornamentar sus jardines en Camagüey. Otras versiones apuntan a los barcos negreros cargados de esclavos y vacunos que alimentados con la planta, luego esparcían sus semillas en las heces fecales.
Los entendidos aseguran que es excelente el carbón de marabú, que sirve como alimento a la ganadería vacuna y en 2016 la prensa informó del valor de su madera, empleada exitosamente en la producción de muebles por un carpintero de Pinar del Río.
Fuente: venceremos