Guantánamo.-Innovar para obtener de la tierra el fruto deseado es desvelo del joven Alaín Castañeda Álvares, quien se levanta cada amanecer en su finca ubicada en el municipio guantanamero de El Salvador para materializar soluciones ideadas por él. La máxima que lo guía es aprender y aplicar lo nuevo.

Una máquina para sembrar trigo y otros granos es el más reciente fruto de su ingenio. Adaptar, inventar y dar nuevas funciones a cuanto artefacto útil cae en sus manos ya es una práctica diaria y común para este labriego apasionado. Conozca esta historia de superación protagonizada por un campesino estudiante de Ingeniería Agrónoma…