Guantánamo.- “El amor por los niños siempre ha sido primordial en mi vida, me jubilé con 44 años de experiencia y que va…. rápido volví, pues no me encontraba nada bien en casa, mi vida alejada de ellos era imposible, sin vanagloria alguna, yo nací para educar”. Así confiesa Amparo Duporté Caballero, prestigiosa educadora del círculo infantil Niño Mío, ubicado en el Reparto Caribe de la ciudad de Guantánamo.
” Tengo 65 años, recuerdo muy bien que inicié mi vida laboral a los 22 años como auxiliar pedagógica, luego matriculé en la Universidad de Guantánamo, porque sentía la necesidad de superarme, además era una meta que me debía a mi misma; tengo 25 años como Licenciada en la Educación de la Primera Infancia.”
Amparito, como cariñosamente la llaman sus compañeras de labor, atesora una linda historia en la formación de cientos de miles de pequeños que en 44 años de labor han pasado por sus manos cálida y amorosa.
“Actualmente trabajo con tercer año de vida, tengo 36 pequeños… Créame periodista, muchas son las vivencias acumuladas”.- Me cuenta emocionada y sus ojos van hasta una de las esquinas del patio donde los pequeños juegan a ser médicos, maestros y enfermeros.
Con su tierna voz, la “seño” Amparo Duporté reitera una y otra vez que su mundo son los niños; aquí les enseña los números, colores, figuras geométricas, además les habla acerca de la vida y obra de hombres y mujeres valiosos como José Martí, Fidel Castro y Vilma Espín, esta última artífice de esta gran obra que hoy celebra 63 años de creados en Cuba.
“También tenemos que enseñarlos a cumplir los horarios de vida, estar pendientes de que adopten la posición adecuada cuando duermen, velar cuando se despiertan, que merienden, la despedida en las tardes…que todo sea armónico para que al otro día el niño regrese nuevamente alegre y con deseos de aprender”.
Por eso cada mañana al entrar al círculo infantil Niño Mío -uno de los 39 que existen en Guantánamo- la educadora Amparo Duporté con más de cuarenta años de trabajo en estas instituciones se siente útil, feliz, y realizada, aún perdura en ella la magia y el encanto de educar.
A propósito del 63 aniversario de la constitución de los círculos infantiles, la estudiante de Periodismo Claudia Llamos Ortega realizó la siguiente crónica: