Guantánamo.- Celia Sánchez Manduley, nacida el 9 de noviembre de 1920 en Media Luna, se erige como un símbolo de valentía y lealtad en la historia de la Revolución Cubana.

Desde su infancia, mostró una profunda sensibilidad hacia las desigualdades sociales, un legado heredado de su padre, quien fue un firme defensor de los más necesitados.

Por sus sueños de justicia social en Cuba, la llevó a convertirse en la compañera íntima y colaboradora más fiel de Fidel Castro, desempeñando un papel fundamental en la organización y movilización de las fuerzas revolucionarias.

La periodista Yoanna Duporté Guilarte nos acerca a la vida y obra de la Flor Autóctona de la Revolución.