China tiene un protagonismo en la geopolítica global en un escenario matizado por la revolución tecnológica, y una crisis multisectorial que abarca la economía y los temas sociales, afirmó hoy la doctora en ciencias cubana Elaine Valton.

Durante el XIV Encuentro de Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo (hasta el próximo viernes) que se realiza en el capitalino Palacio de las Convenciones, Valton precisó que, a su vez, el gigante asiático tiene un robustecimiento de su posición en la región Asia-Pacífico.

Una consecuencia, continuó, de la consolidación de China como potencia económica política y el declive relativo de Estados Unidos, un contexto a analizar con un enfoque sistémico entre geopolítica, bioeconomía y tecnología.

En su exposición, Geopolítica y Orden global: dinámicas y disputas tecnológicas en el siglo XXI, Valton señaló que la tecnología es un elemento de poder y proyección internacional, y además, contribuye al reforzamiento de la posición económica y social.

Mediante el uso de instrumentos económicos para defender los intereses nacionales, y producir resultados políticos beneficiosos, aspectos altamente relacionado con estrategias de orden económico y comerciales a fin de adquirir el dominio de ciertas tecnologías clave o conquistar ciertos mercados internacionales.

En ese panorama internacional surge Asia-Pacífico como una plataforma comercial y productiva caracterizada por un excepcional crecimiento y en despliegue de la economía china, aseveró la investigadora del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de Cuba.

Uno de los elementos significativos es el desarrollo de la Franja y la Ruta de la Seda y cómo contribuyen a la conformación de esa plataforma comercial y productiva y a la consolidación de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (Asean) como mecanismo regional.

Mientras, potencias como Estados Unidos Japón, Corea del Sur y Australia crearon un nuevo concepto, el de región de Indo-Pacífico, convertida hoy en el epicentro mundial de tensiones y potenciales conflictos.

Desde el punto de vista teórico, explicó, este mecanismo propone la cooperación y coordinación en materia de seguridad, pero su objetivo fundamental es convertirse en instrumento de contención de la creciente influencia de China en la región de Asia-Pacífico.

Por tanto, Occidente propone el Indo-Pacífico libre y abierto como una estrategia en contraposición a la Franja y la Ruta de la Seda, en la búsqueda de una reconfiguración geoestratégica, geopolítica y geoeconómica en esa área.

De ahí las contradicciones e interdependencia entre Estados Unidos y China porque la Franja…constituye una amenaza a los intereses geopolíticos estadounidenses en el Indo-Pacífico, y su supremacía estratégica en el área.

Todo el avance del gigante asiático es visto por Estado Unidos como un desafío al poderío económico en la próxima década, y China es el único competidor con intención de remodelar el orden internacional y cada vez más con el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para hacerlo, concluyó.

Por Prensa Latina

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