El Consejo Ucrania-OTAN permitirá a esa república exsoviética participar en acciones de esa alianza a la par de otros de sus 30 miembros, estimó Stoltenberg, cuya apuesta por extender esa organización es rechazada tajantemente por Rusia.

Moscú advirtió que la expansión de la alianza atlántica directamente hacia sus fronteras, así como el despliegue en países colindantes de sus tropas y medios de combate, constituyen un amenaza directa a su seguridad nacional.

El pasado lunes, la OTAN comenzó, casi todo en Alemania, el mayor ejercicio de sus fuerzas aéreas desde el fin de la II Guerra Mundial, el Air Defender 23, con la participación de más de 220 aeronaves de 22 países, incluidas 100 estadounidenses.

Tales acciones, en medio de los pedidos de Kiev de incrementar la ayuda militar de Occidente, incluido el envío de cazas F-16, aumenta aún más las tensiones en la región en el contexto del conflicto en Ucrania.

El 24 de febrero de 2022, el presidente Vladimir Putin, anunció el inicio de una operación militar para proteger a la población sublevada de la región de Donbás, que denunció ocho años de genocidios practicados por Kiev.

Al respecto, Stoltenberg, quien participó aquí en una cita de cancilleres del bloque, consideró que lo principal ahora era lograr la victoria de Ucrania en la confrontación, en alusión al rearme de ese país que Rusia estima solo llevará a la extensión de las hostilidades.

Sin embargo, en lugar de anunciar, como deseaba Kiev, alguna posibilidad de poner en práctica una vía rápida para el ingreso a la OTAN, el máximo dirigente de ese bloque solo se refirió al envío de armas, municiones y piezas de repuesto para la técnica bélica.

Recientemente, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, denunció que con sus suministros a Ucrania de armamento pesado, incluidos tanques, misiles e información de inteligencia, la OTAN se involucra casi directamente en la confrontación.

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