Los 12 miembros del jurado encontraron hoy culpable a Hunter Biden de tres cargos federales por posesión de armas, la primera condena penal a un hijo de un presidente de Estados Unidos en ejercicio.

El hijo del presidente Joe Biden fue condenado en una corte de Delaware después de casi tres horas de deliberación alrededor de tres delitos graves que alegaban haber mentido sobre su uso de drogas ilícitas cuando obtuvo un arma de fuego en 2018, y luego la poseyó ilegalmente durante 11 días.

En el juicio, que duró poco más de una semana, salió a relucir su adicción al crack y en la etapa ayer de argumentos finales, los fiscales sostuvieron que el consumo de drogas por parte de Hunter Biden, quien no testificó, comenzó “años antes” de la adquisición del arma y “continuó durante meses después”, de acuerdo con reseñas en medios locales.

A un máximo de 25 años de cárcel y 750 mil dólares en multas se enfrenta Hunter en este proceso que, por lógica, resulta muy mediático.

Algunos analistas consideran que como el hijo del mandatario está dentro de los infractores por primera vez no recibirá la pena mayor.

Pero sus problemas legales tienen más cola. También en California tendrá que responder por cargos separados vinculados supuestamente al no pago de 1,4 millones de dólares en impuestos y por presentar declaraciones falsas, por lo cual podría ir a juicio en septiembre.