La comitiva cubana, que asistió a la ceremonia en nombre del Estado, el Gobierno y el pueblo de la isla, estuvo integrada además por Caridad Diego, jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista, y el viceministro de Relaciones Exteriores Elio Rodríguez.
Como parte de la visita, Valdés Mesa fue recibido por el nuevo sumo pontífice, a quien le reafirmó la voluntad de su gobierno de continuar trabajando para fortalecer las relaciones entre Cuba y la Santa Sede, como previamente expresó en un mensaje el presidente de esa nación antillana, Miguel Díaz-Canel.
El solemne acto religioso inició a las 10:00, hora local, de este domingo, con la presencia de 156 delegaciones extranjeras, incluidos numerosos jefes de Estado y Gobierno, así como con la asistencia en general de unas 250 mil personas.
El santo padre recorrió a las 09:00, hora local, la plaza en el papamóvil para saludar a la multitud y, antes de la celebración eucarística, se trasladó, junto a los patriarcas de las Iglesias Orientales, a la tumba de San Pedro ubicada bajo la Basílica Vaticana, donde se detuvo en oración.
Al final de la proclamación del Evangelio, tuvieron lugar los ritos de iniciación, donde el cardenal italiano Mario Zenari le impuso a León XIV el Palio, mientras que el arzobispo congoleño Fridolin Ambongo Besungu pronunció la Oración y el eclesiástico filipino Luis Antonio Tagle le colocó el Anillo del Pescador.
En la homilía pronunciada durante la misa, el nuevo Obispo de Roma recordó al papa Francisco, cuya muerte el pasado 21 de abril “llenó de tristeza nuestros corazones”, y destacó como las dos dimensiones fundamentales de su Pontificado al amor y la unidad