Son relevantes las páginas de la Historia de Cuba aquellas que atesoran los hechos del primero de abril de 1895. Era de madrugada y nuevamente las penumbras de la noche y los primeros rayos del día serían cómplices de los anhelos del país. Esta vez las olas y las arenas de Playa Duaba, resultaron el primer suelo patrio pisado por mambises, que luego de un período fecundo de exilio retomaban la lucha por la independencia de la tierra amada.
Honor, es el nombre de la goleta que los trajo de vuelta, perfecta coincidencia que resalta al valorar la significación del acontecimiento clave en las guerras por la total libertad de los cubanos. Al frente de expedición Antonio Maceo y junto a él su hermano José, Flor Crombet, Agustín Cebreco y casi una veintena de patriotas con el compromiso juramentado en Mangos de Baraguá, luchar hasta la total independencia de Cuba.
Ese mismo día los revolucionarios se enfrentaron a fuerzas coloniales que huyeron al escuchar el grito enardecido –¡Aquí está Maceo! ¡Viva Cuba Libre¡
Los días sucesivos fueron marcados por la difícil geografía y la ansiedad española de apagar la llama insurgente, más que viva con el arribo de mambises tan valerosos como los expedicionarios, combatientes de experiencia, gallardía y moral.
Orgullosos de su historia y sus tradiciones, el pueblo de Baracoa protagoniza cada primero de abril, la peregrinación patriótica más antigua de la nación. En representación de toda Cuba, y unidos en el sentimiento de amor a la Patria, baracoenses de todas las generaciones reeditan los sucesos y ratifican la convicción de libertad, para que siempre se tenga presente el día que el honor desembarcó por Duaba.