Guantánamo – En la provincia mas oriental de Cuba se experimenta la introducción de semillas transgénicas de maíz y soya en áreas de los municipios de El Salvador y Niceto Pérez.
Acerca del programa y sus objetivos, el periodista Geovanis Ramirez Rojas conversó con Teudys Limeres Jiménez, subdelegado del Ministerio de la Agricultura en Guantánamo.
En Cuba se incursiona en la producción de alimentos genéticamente modificados desde hace algunos años, con el fin de elevar el rendimiento y la calidad de las producciones. Los científicos han evaluado las principales deficiencias de las plantaciones y trabajan para eliminarlas.
Actualmente se produce soya transgénica, para hacerla resistente a un herbicida, ya que uno de los principales problemas del cultivo es que, al ser un frijol, se enyerba fácilmente y en la cosecha la máquina se enreda, las vainas se caen y decrece el rendimiento.
Los especialistas proponen que estos alimentos sean utilizados específicamente para la producción de alimento animal, lo que ayudaría en gran medida a la sustitución de importaciones de estos granos.
La transgénesis en el maíz que se realiza en Cuba va dirigida a resolver dos problemas fundamentales presentes en los campos: uno de ellos es la maleza, que debido a las características tropicales del clima de la mayor de las Antillas, crece con más fuerza y se alimenta de los nutrientes del suelo, por tanto, el maíz va a ser más pequeño y va a producir menos.
El maíz transgénico resulta resistente al herbicida Finale, autorizado internacionalmente para su uso, que no es nocivo para la salud humana ni animal, no tiene impacto en el medio ambiente y permite entonces librarse de las hierbas de manera efectiva.
En la nación antillana la productividad del maíz es muy baja (alrededor de dos toneladas por hectárea) por lo que resulta más factible importarlo.