
Bajo una pertinaz neblina, las montañas de la comunidad de Limoncito, ubicada en el guantanamero municipio de El Salvador, fueron testigos del homeneje a los quince valerosos hombres de esta tierra aguerrida, que ofrendaron sus vidas por la libertad de otros pueblos hermanos.
Las máximas autoridades políticas y gubernamentales del territorio, de conjunto con una representación de pioneros, jóvenes, combatientes y el pueblo de Bayate; realizaron una peregrinación hasta el Cementerio de la Comunidad, donde reposan los restos de estos hijos de la Patria.

Es el aniversario 36 de la Operación Tributo, nombre que dio Cuba en el año 1989, a la acción de trasladar de regreso a territorio nacional los restos mortales de los cubanos caídos en misiones internacionalistas en países de África, símbolo de que una época se cerraba y otra se abría en la historia de la Revolución.
Hasta el campo santo llegó una representación de familiares, como cada año para asistir al sentido homenaje. Entre lágrimas , se depositaron flores y se evocó en voz del Primer Secretario del Comité Municipal del Partido Alexi Matos Lores, el legado de los quince valerosos combatientes.
Adriavis Escalente Blanco, tenía solo cuatro años cuando perdió a su padre , el mártir internacionalista Alfonso Escalante Villa, confesó en una breve, pero emotiva entrevista, que recuerda muy poco de su padre; pero no se le olvida una anécdota, cuando lo vio venir un día vestido de guardia y la tomó en sus brazos muy fuertes como si fuera el último abrazo de despedida y con lágrimas en los ojos agradece a la Revolución y al pueblo por cada año rendir tributo al legado de su padre.
