La ciudad de Cienfuegos fue la principal protagonista de las acciones contra la tiranía batistiana acontecidas el 5 de septiembre de 1957. En horas muy tempranas de ese día, combatientes del Movimiento 26 de Julio con apoyo de oficiales y marineros decididos a cambiar el abominable régimen se dieron cita con la Patria y por alrededor de 24 horas tomaron ese territorio del centro de la Isla.
Otras provincias del país tenían también previsto acciones, pues estaba concebido el levantamiento popular con carácter nacional. Sin embargo, la comunicación entre los territorios por parte de los líderes de la insurrección no se logró al no ser posible la llegada a tiempo de la información que se precisaba para aunar las fuerzas insurgentes
Los cienfuegueros fueron víctima de una feroz represión que trajo consigo decenas de muertos y heridos entre los pobladores, la ciudad por unas horas fue un hervidero revolucionario.
En La Habana también con desconcierto por la falta de comunicación hubo acciones y víctimas del régimen. Ahí se preparó la toma del Palacio Presidencial y el Estado Mayor de la Marina con el propósito de apoyar la acción, lo cual no logró su objetivo por la desinformación acontecida.
El plan incluía alzamientos simultáneos en otras zonas, pero el mensaje de posposición del golpe no llegó a los combatientes cienfuegueros, lo cual posibilitó la brutal persecución de las huestes batistianas a los revolucionarios que junto a compatriotas de la zona se alzaron ese amanecer, a las 5 y 20 de la mañana. Se lograron entonces tomar las estaciones de la Policía Marítima y la Nacional, hecho en el que pierde la vida Gregorio Morgan, considerado el primer mártir del alzamiento. Pero al mediodía comienzan a llegar los refuerzos del ejército desde Santa Clara, y se inició una cacería feroz contra los combatientes, con mayor violencia en el Colegio San Lorenzo, los portales del teatro Tomás Terry, la Estación de Policía, el Ayuntamiento, los altos de la droguería Cosmopolita y otras áreas del entorno.
Julio Camacho, uno de los dirigentes del Movimiento, ante la situación de reforzamiento de tropas del dictador para liquidar la resistencia heroica de Cienfuegos, propone al joven oficial de la Marina Dionisio San Román avanzar al Escambray con las armas logradas, como estaba planificado inicialmente. Pero era imposible en ese momento por el despliegue de la aviación y el ejército, por lo cual deciden continuar luchando y resistiendo.
En Cayo Loco, San Román decide, unilateralmente, hacer contacto con la fragata Máximo Gómez y sin adecuada escolta se presenta personalmente y allí es encarcelado y enviado en avión militar a La Habana donde sufre torturas hasta ser asesinado.
Pero a pesar de la derrota militar, la hazaña tuvo una significativa repercusión a lo largo y ancho del país, un pueblo había logrado ser libre por un día en un contexto de represión institucionalizada y potenciada por la dictadura de Fulgencio Batista.
Se demostró además que la esfera militar del régimen estaba dividida y era palpable el descontento de una parte de la oficialidad que se había relacionado con el Movimiento 26 de Julio.
Se puso de manifiesto también la decisión de los cubanos de luchar hasta alcanzar el triunfo definitivo de la Revolución. Fuente: Tribuna de La Habana