Guantánamo.- A Yalexis Castro Estévez, lo conocí hace unos años en las montañas del Realengo dieciocho , como integrante de la Cruzada Teatral Cruzando el Realengo. Desde entonces supe que llevaba en sì la magia de un niño. Como Periodista lo he entrevistado en varias ocasiones; porque ver a un joven con tanto talento y deseos de trabajar bien vale la pena contar su historia a través de la Radio.

Pero Yalexis no solo es ese joven inquieto, que siempre está dispuesto a regalar lo mejor para que los niños y niñas sean felices. A él también lo acompaña en su maleta mágica:»Karibachi»; un payaso travieso y juguetón, que se ha ganado el cariño de los más pequeños de casa que viven en las serranías del guantanamero municipio de El Salvador.

Integrante de la Compañía «Alegrías», Yalexis es graduado de la Escuela Nacional de Clonw. Según me cuenta en una de sus distracciones en clase, descubrió el nombre de su personaje favorito:Karibachi; el niño que lo ha salvado muchas veces después del maquillaje y los aplausos.

El amor de Karibachi por los duendes del hogar es único. En el escenario improvisado juega, salta, se deja arrastrar por ellos y luego comparte las fotos.

Tras el paso del Huracán Melissa por la geografía salvadoreña, hubo mucha tristeza que era necesario sanar con el arte. Por eso pensamos en nuestro amigo: el Payaso Karibachi y no dudamos en llamarlo.

Su respuesta solo fue: «¿ A qué hora me recogen?».

Sabíamos que sería así y en realidad lo fue. La actuación del Payaso Karibachi en la Comunidad de Bayate dejó huellas y sanó heridas en niños y adultos. Ver la sonrisa de la gente que perdió parte de sus bienes es reconfortante y eso lo logró Yalexis Castro Estévez con su fiel amigo: Karibachi.

A él le debía estás palabras. Gracias por regresar siempre a esta tierra entre montañas, historia y café, que también es tuya.