Guantánamo – La 48 Jornada de la Canción Política se celebra este año con un enfoque especial: la influencia de la nueva trova en la producción audiovisual cubana, tema que no solo resuena en el ámbito musical, sino que ha dejado huella indeleble en el cine de la isla.
Por ello esta edición del festival deviene plataforma ideal para recordar y celebrar la rica intersección entre estas dos formas de arte.
Desde sus primeras manifestaciones en la década de 1960, la nueva trova ha sido vehículo de expresión para las inquietudes sociales y políticas del pueblo cubano. Su conexión con el cine se consolidó con la creación del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, colectivo que revolucionó la manera en que se concebía la música en el contexto cinematográfico.
Este grupo, bajo la dirección de figuras como Leo Brouwer, buscó fusionar la música con el lenguaje del cine, creando bandas sonoras, que enriquecían los audiovisuales narrativamente. Películas emblemáticas como “Memorias del subdesarrollo” y “Lucía” son ejemplos claros de cómo la música de la nueva trova se convirtió en parte integral de la narrativa cinematográfica cubana.
Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, pioneros de ese movimiento, dejaron su impronta en el cine, con canciones utilizadas en diversas producciones, aportando una carga emocional y poética que eleva las historias contadas en la pantalla. La letra de “Playa Girón” de Rodríguez, por ejemplo, ha resonado en documentales que abordan la historia y los desafíos de Cuba, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y esperanza.
Eduardo Sosa, con su capacidad para conectar con el público a través de las letras y melodías evocadoras, ha participado en proyectos cinematográficos que exploran temas contemporáneos. Su canción “Canto a mí mismo”, utilizada en el documental “Cuba: La revolución que no fue”, refleja la búsqueda de identidad y pertenencia que caracteriza a muchos cubanos hoy.
Otros artistas como Vicente Feliú y Sara González contribuyeron significativamente a esta fusión. Feliú, con su estilo único y letras comprometidas, acompañó numerosas producciones cinematográficas que abordan problemáticas sociales actuales.
Sara González, conocida por su voz potente y compromiso político, dejó una marca significativa en el cine cubano con sus interpretaciones en películas que retratan la vida cotidiana y las luchas del pueblo.
La 48 Jornada de la Canción Política nos recuerda que la nueva trova no solo es un fenómeno musical; es un movimiento cultural que ha permeado todos los aspectos de la vida cubana, incluyendo el cine. A través de sus letras y melodías, estos artistas han creado un puente entre la música y el séptimo arte, enriqueciendo así el patrimonio cultural de Cuba y ofreciendo una voz poderosa a las luchas y esperanzas del pueblo. En este espacio de reflexión y celebración, es fundamental reconocer y valorar esta conexión que continúa inspirando a nuevas generaciones de creadores y espectadores.