Guatanamo.- Los árboles arrancados de raíz, los suelos anegados en agua y el reloj del metro contador tirado en el medio del campo, demuestran la potencia de categoría tres, del ciclón Melissa, evento meteorológico que arrasó diversas áreas de cultivo, poblados, tendidos eléctricos, a su paso por el oriente de Cuba en la madrugada del 29 de octubre.

En la comunidad de Limonar de Monte Rus, en el municipio El Salvador,  Claudina Martínez Freurat, conocida como Tata, comparte la impactante realidad de su finca, devastada por huracán Melissa.

Sobrecogida por el repentino cambio desolador en su propiedad, Tata no quiso posar ante la cámara del reportero Daniel  Martínez Balón, sin embargo dialoga con la esperanza y fortaleza que se imponen en la adversidad.