Legisladores norteamericanos se pronunciaron en La Habana a favor de buscar formas para ayudar al levantamiento del bloqueo impuesto por Washington a Cuba desde hace más de 60 años.
Geraldo Reyes Jr., James Sánchez y Anabel Figueroa, miembros de la Cámara de Representantes de la Asamblea General de Connecticut, y Edwin Vargas Jr., exintegrante de ese órgano, visitaron La Habana desde el 25 y hasta el 29 de junio, con la clara intención de estrechar lazos de cooperación entre la norteña nación y la mayor de las Antillas.
Estamos apoyando a Cuba para terminar el embargo (bloqueo), y si no podemos quitarlo, por lo menos relajarlo, resaltó Sánchez, quien desde su etapa como concejal de la ciudad de Hartford se pronunció a favor del acercamiento entre ambos países.
Precisamente fue él quien introdujo una resolución contra el bloqueo aprobada en 2021 en el Ayuntamiento de esa urbe, capital de Connecticut, la cual pidió al presidente Joe Biden poner fin de inmediato a todos los aspectos del cerco económico, comercial y financiero, incluidas las restricciones de viajes a ciudadanos estadounidenses.
Como parte de sus actividades en La Habana visitaron la sede de la agencia noticiosa Prensa Latina. Allí Sánchez sostuvo que no basta con firmar un documento de ese tipo, pues el tema merece seguimiento y por eso realizaron este viaje, para hacer todo lo posible con vistas a la eliminación de las sanciones.
Condena a un cerco injusto
Para Figueroa, es una injusticia el poder que tiene Estados Unidos para imponer esta política sobre la mayor isla de las Antillas. “Cuba es un país maravilloso”, expresó la legisladora, quien advirtió que las medidas promovidas desde Washington “no castigan al Gobierno, castigan al pueblo”.
Nuestra misión es tratar de ayudar a que se levante este embargo, aunque sea poco a poco, para que se alivien las necesidades más básicas, añadió la legisladora estatal, y resaltó que dialogaron tanto con autoridades como con el pueblo cubanos.
Agregó que eso es importante para ellos como representantes, porque existe mucha desinformación sobre la nación antillana en Estados Unidos.
“Queremos ser una voz a través de la cual se conozca la realidad de la isla y, al mismo tiempo, invitar a otras personas, no solo funcionarios electos, sino al pueblo en general, a que vengan a verla por ellos mismos”, apuntó.
Ese tipo de pronunciamientos también los realizó antes, en un diálogo con diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, a quienes manifestó que la importancia de este viaje radica en conocer cómo trabaja el Gobierno aquí y en hacer entender al pueblo estadounidense que no es verdad cuanto se dice en los grandes medios de comunicación.
“¡Gracias por recibirnos con los brazos abiertos! Cuba no es un país terrorista, lo hemos apreciado, y lo vamos a compartir en Connecticut y con los ciudadanos y residentes en Estados Unidos”, añadió en ese encuentro.
De ese modo, Figueroa hizo referencia a la decisión del ejecutivo del expresidente Donald Trump de incluir a la nación caribeña en la lista de países patrocinadores del terrorismo, una medida todavía vigente pese a que numerosas voces, incluso exfuncionarios de inteligencia y miembros del Congreso estadounidense, consideran que no merece pertenecer a ese unilateral y controvertido listado.
En esa misma parada en el Capitolio Nacional (sede administrativa del parlamento), Sánchez mencionó el propósito de eliminar el bloqueo y resaltó que las dos naciones pueden sostener una relación mutuamente beneficiosa en diversas esferas como la comercial, agrícola, científica y médica. “Estamos aquí porque creemos que esto ocurrirá más temprano que tarde”, expresó.
La meta del acercamiento
Para alcanzar ese objetivo del levantamiento del cerco de más de seis décadas, los legisladores de Connecticut coincidieron en señalar la necesidad de que se conozca lo que ocurre en este país, desterrar los mitos que se difunden en Estados Unidos y sumar respaldo tanto entre autoridades como entre la ciudadanía norteamericana.
De acuerdo con Vargas, la presencia de esta delegación puede favorecer que los legisladores federales en Washington D.C. se sientan apoyados en el empeño de lograr un acercamiento.
El visitante, quien hasta enero pasado ocupó un asiento en la Cámara de Representantes del estado y actualmente es académico de la Universidad Estatal de Connecticut Central, recordó que a La Habana han viajado varios grupos de funcionarios electos, muchos de ellos bipartidistas, lo cual ve como una expresión del interés en fortalecer los nexos.
Según señaló, su arribo a la nación caribeña es una forma de romper el hielo, porque casi un centenar de integrantes de la Asamblea General de Connecticut querían unirse al viaje, además de que la delegación del estado en el Congreso federal también está a favor de mejorar los vínculos.
Indicó que muchos políticos, tanto republicanos como demócratas, quieren la normalización de las relaciones con Cuba, y el problema radica en la oposición de figuras de ultraderecha del sur de Florida. Los dos partidos nacionales, pese a que quieren normalizar las relaciones, tienen miedo de agitar ese avispero, porque Florida se ha convertido en un territorio que puede decidir quién será presidente en Estados Unidos, tiene muchos votos en el Colegio Electoral, reflexionó en la sede de Prensa Latina.
Aunque el entorno es desfavorable, estimó que este tipo de estancia en Cuba, con actividades que incluyeron también visitas a la Universidad de La Habana y al estadio Latinoamericano, pueden contribuir a estrechar los vínculos. “La cultura, el deporte, todo eso nos ayuda a crear las bases para que los políticos se muevan”.
Por su parte, Reyes expresó en el Capitolio que vino con el pensamiento de qué podía hacer para mejorar los lazos bilaterales. “Quiero poner mi granito para ver qué podemos hacer para romper el bloqueo o reducirlo al máximo, en aras de un cambio positivo en la relación”.
“Venimos con la meta de abrir puertas, extender la mano, ayudar en donde podamos”, agregó luego en Prensa Latina, donde destacó la importancia de dialogar con los cubanos y hacer preguntas clave que permiten despejar los mitos en torno a esta nación.
En cada una de esas declaraciones se reflejó continuamente el deseo de hacer cuanto esté a su alcance por eliminar sanciones y promover acercamientos.
Aun cuando el escenario se muestra difícil, Vargas no dejó de mostrarse optimista. “Mucha gente con la que he hablado cree que el embargo va a seguir muchos años, pero yo no tengo esa opinión, pienso que cuando las cosas comiencen a aflojarse se van a mover bastante rápido”, afirmó.