El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, advirtió el martes que los enfrentamientos armados en Sudán podrían desestabilizar toda la región y detonar una crisis humanitaria que se podría prolongar por años.
Guterres afirmó ante el Consejo de Seguridad que una guerra prolongada y a gran escala es insoportable.
Según la ONU, desde el inicio de los enfrentamientos entre el Ejército y el grupo rebelde Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) se han contabilizado 427 muertos y 3.700 personas heridas.
António Guterres recordó que Sudán tiene frontera con siete países que en la última década han sufrido conflictos armados y es la puerta de entrada al Sahel, una de las regiones más inestables del mundo y que vive una grave crisis humanitaria.
“La lucha por el poder en Sudán no solo está poniendo el futuro del país en riesgo, está encendiendo una mecha que podría detonar a través de las fronteras, causando un sufrimiento inmenso durante años y haciendo retroceder el desarrollo décadas”, destacó el máximo representante de la ONU.
El secretario general de la ONU exigió al Ejército y a las FAR respetar el alto al fuego de 72 horas acordado con mediación de Estados Unidos y pactar un cese de hostilidades permanente.
Para ello, Guterres pidió a las potencias del Consejo de Seguridad, a cualquier país y organización con influencia en el país africano para que el Ejército y las FAR retomen las conversaciones y negociaciones.
De acuerdo a António Guterres es esencial que los líderes sudaneses dejen de lado sus intereses y pongan por encima los del pueblo para avanzar hacia una transición a la democracia. “El conflicto no puede ni debe resolverse en el campo de batalla”, insistió.
El representante especial para Sudán, Volker Perthes, acusó al ejército a las FAR de combatir con desprecio por las leyes y las normas de guerra, atacar áreas densamente pobladas, hospitales, comercios y vehículos civiles que transportan heridos, enfermos y ancianos.