La triplista Leyanis Pérez encabeza el grupo de cubanos que este martes tendrá su primer contacto con el escenario del Campeonato Mundial de Atletismo de Budapest 2023, cuyas primeras pruebas se efectuarán el 19 de agosto.
La subcampeona en los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023 y su entrenador Ricardo Ponce forman parte de la avanzada de la Isla, que incluye a los triplistas Liadagmis Povea, Lázaro Martínez y Cristian Nápoles, a las corredoras Roxana Gómez (400 metros) y Rose Mary Almanza (800), y al saltador de altura Luis Enrique Zayas.
«Estamos emocionados por conocer ya las condiciones que tendremos en la sede», dijo Ponce a JIT sobre el centro nacional de atletismo ubicado a orillas del río Danubio y con facilidades más allá de la pista fabricada por la empresa Mondo.
«Estamos seguros de que encontraremos muy buenas condiciones. Vamos a mantener el trabajo realizado luego de los Centroamericanos, basado sobre todo en perfeccionar detalles técnicos», agregó el experimentado entrenador.
Leyanis ganó la medalla de plata en San Salvador 2023 con marca 14,98 metros. Su progresión indica que su primer salto sobre los 15 metros pudiera estar muy cerca.
«En nuestra planificación teníamos previsto un “pico” de rendimiento en los juegos centrocaribes y otro en Budapest», precisó el estratega, aunque sin hablar de un registro específico.
«Está muy bien anímicamente y con su habitual deseo de competir. Una de sus mejores características es la forma en que enfrenta siempre cada competencia», aseguró.
Igual de optimistas andan los restantes integrantes del grupo. Según Ponce, todos se encuentran en excelente forma física y la meta común consiste en buscar sus mejores marcas a este nivel.
La delegación cubana la integrarán 21 atletas en total. La próxima semana algunos se trasladarán hacia la sede directamente desde La Habana para contar también con algunos días de adaptación.
El escenario de competencia, eje central del mencionado centro nacional de atletismo, dispondrá de 35 mil capacidades. Al concluir el certamen se reducirán a 15 mil con la eliminación de los asientos en la zona más elevada.
Los anfitriones prevén que el centro se convierta en sede permanente para el entrenamiento y acoja la preparación de atletas foráneos, atendiendo a su beneficiosa situación geográfica en el continente europeo.