Líderes del proyecto «No más: prevención y respuesta a la violencia de género contra las mujeres en Cuba« se presentó  este jueves en Guantánamo, un programa liderado por la FMC cuyo fin es fortalecer la labor frente a la violencia de género.

Durante estas jornadas se forma a colaboradores y profesionales promoviendo la igualdad de género como una prioridad gubernamental en Cuba, un país que dignifica a las mujeres en ese empeño de lograr su empoderamiento total.

Fabio Laurenzi, co-director de Juntarte y director de la ONG COSPEG  insistió en la necesidad de visibilizar y enfrentar el flagelo de la violencia con un enfoque integral.

La periodista y Máster en Estudios de género, Liliana Gómez Damos, quien lidera el proyecto en la parte oriental del país, expresó que durante estos días de recorrido por los municipios de Guantánamo y El Salvador se prevé sumar la colaboración de actores claves como la Federación de Mujeres Cubanas, autoridades locales, la Fiscalía, la Policía Nacional Revolucionaria, Comunicadores Populares, periodistas, trabajadores sociales y redes de apoyo comunitario.

Además enfatizó en la necesidad de fomentar la denuncia ante actos de violencia machista y elevar la preparación de quienes intercambian cara a cara con las víctimas, por el impacto negativo en  la salud física, mental, sexual y reproductiva de las mujeres.

El proyecto «No más: prevención y respuesta a la violencia de género contra las mujeres en Cuba« tuvo su primera actividad en el municipio de El Salvador y luego en la capital provincial, además incluye territorios de Las Tunas, Granma y La Habana.

Acompañan  a la FMC  en este trabajo la Asociación Italiana COSPE , el Centro Martin Luther King, el Grupo América Latina, el grupo GALFISA del Instituto de Filosofía y la Unión Nacional de Juristas de Cuba.

Es válido destacar también que con el respaldo del Fondo de Iniciativas Locales de la Embajada de Canadá en Cuba, el pasado 28 de febrero se lanzó la campaña “Ahí Es… adolescencias libres de violencias machistas”, orientada a transformar los imaginarios y normas que perpetúan esas conductas.

 

 

Por: Yoanna Duporté y Yoana Marzo