Guantánamo.- Las provincias orientales de Cuba amanecieron el 30 de octubre con calles y barrios transformados en ríos de lodo y escombros, revelando la devastación dejada por Melissa, el tercer huracán más fuerte en la historia del Atlántico.
Sin embargo, en medio del caos, surge un fuerte latido solidario. Manos anónimas, tanto de Cuba como del exterior, distribuyen agua, comida y artículos esenciales, sembrando esperanza en esos corazones heridos.
La gestión gubernamental se une a esta red de apoyo, donde vecinos abren sus puertas para acoger a quienes lo han perdido todo, mostrando la resiliencia de un pueblo ante la furia de la naturaleza.
La periodista Yoanna Duporté Guilarte ofrece más detalles en el siguiente reporte.
El pasado 6 de noviembre arribó al puerto Guillermón Moncada de la provincia Santiago de Cuba, el Buque ARC Victoria de la Armada Nacional de la República de Colombia, con 244 toneladas de ayuda humanitaria y de asistencia vital, carga que incluyó kits de alimentos y aseo personal, agua embotellada, mantas, petróleo y gasolina.
Los miembros de la Unidad del Sistema de Gestión de Riesgo acompañados por miembros de la tripulación y autoridades locales, entregaron las donaciones a las personas damnificadas en los Consejos Populares de Costa Rica, Limonar, Bayate y las circunscripciones especiales de Bombi y Palizada, del municipio El Salvador, en la provincia de Guantánamo