Transforman con forestería análoga el Medio Ambiente en Guantánamo

Guantánamo – Más de 300 hectáreas de suelos afectados por la salinidad se reforestaron en el Valle de Guantánamo desde el año 2008 hasta la fecha con el empleo de la forestería análoga (FA), tecnología silvicultural aplicada en áreas experimentales piloto de tres fincas cercanas a los poblados suburbanos de La Sombrilla, Cecilia y Paraguay.

Se trata de un método creado en la década de los 80 del pasado Siglo por el Doctor en Ciencias Ranil Senanayake, de Sri Lanka, con el propósito de recuperar la estructura del bosque original, a mediano o largo plazo, en terrenos degradados con la siembra de árboles y otras plantas análogas estructural y funcionalmente a las oriundas de la zona en cuestión.

Con el manejo sostenible de las arboledas nativas, el procedimiento devuelve la vida a la flora y la fauna de tierras semiáridas incluidas en el llamado Corredor Xerofítico del Sur guantanamero, en el cual predominan escasas precipitaciones, alta evaporación y baja humedad relativa, lo cual incide negativamente en la capacidad agroproductiva de los suelos.

Transforman con forestería análoga el Medio Ambiente en Guantánamo

Un equipo de directivos y trabajadores de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Silvícola Guantánamo pesquisó la zona de La Herradura, distante unos ocho kilómetros de las zonas experimentales, escogida como bosque patrón por su flora y fauna resistente a las condiciones ecológicas y climáticas.

Esa área presentó similitudes con las zonas demostrativas piloto en cuanto a las características del suelo, temperatura y ciclo lluvioso, lo cual permitió conocer la estructura vegetativa y la biodiversidad de la floresta original para establecer la planificación, estructura y principales funciones a reproducir en el análogo.

Donde existía nula o escasa vegetación típica de sabana (llanura con pastizales y escasos árboles), los campesinos y sus familiares se dedicaron a restaurar la naturaleza, la ganadería, la horticultura y la cosecha de surtidos destinados fundamentalmente al autoconsumo.

Hoy crecen allí árboles de unas 30 especies como el mango, el anón, el zapote, la caoba, el guayacán…, intercalados con plantíos de culantro, cebollinos, plátano, col y berenjena.

Después de 15 años de exitosa aplicación de la FA, es visible la paulatina metamorfosis del Medio Ambiente en esas áreas cercanas a la ciudad de Guantánamo, luego de ingentes esfuerzos de sus labriegos para recuperar la capa vegetal y mejorar los suelos con el empleo de abonos orgánicos como el compost y el humus de lombriz.

Allí los finqueros también diseminan plantas medicinales como el orégano francés, caña santa, romerillo, naranja agria, menta, sábila, vicaria, cordobán y la yerba de agua, mientras diversifican la flora con rosas, jazmines y margaritas, con la reaparición de zunzunes, colibríes, mariposas, y las abejas que ayudan a la polinización.

El Ministerio de la Agricultura estima que más de 17 mil hectáreas de suelos están afectadas por la salinidad en el Valle de Guantánamo. Esa situación podría revertirse con métodos físicos, químicos, hidráulicos y costosas técnicas electrónicas imposibles de aplicar por el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba.

En ese sentido la generalización de la forestería análoga resultaría una opción ecológica viable para recuperar terrenos improductivos en la provincia y el país, con notorios beneficios para la naturaleza y las comunidades.

Por Jorge Cantalapiedra Luque

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