¿Por qué un país totalmente solidario, presto a brindar ayuda internacional sin pedir nada a cambio, es señalado como patrocinador del terrorismo?

Cuba ha estado en esa lista desde 1982 hasta el 2015, cuando el entonces presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, durante su mandato decidió excluirla para luego seis años despúes volver a engrosarla por mandato de Donald Trump.

Sin embargo, no hay muestras  de que nuestro país sea protagonista de un hecho de esa naturaleza, más bien durante años ha sido víctima de diversas acciones terroristas, en las cuales murieron más de tres mil 400 personas, además de sabotajes con impacto negativo en la economía.

La reciente decisión del presidente Joe Biden de eliminar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo pocos días antes de abandonar la presidencia genera un amplio espectro de reacciones y comentarios en todo el mundo.

Si bien la mayoría celebra este triunfo de la justicia, no puede perderse de vista que el próximo 20 de Enero el recién electo Donald Trump ocupará su asiento en la Casa Blanca .

Recordemos que durante su anterior mandato al incliur a Cuba en su espuria lista alegó que este archipíelago apoyaba grupos insurgentes en América Latina y otros lugares, ejerciendo, por otra parte, una política de máxima presión al recrudecer el genocida bloqueo económico, comercial y financiero.

Ante, la decisión   de la actual administración estadounidense  de eliminar a la Mayor de las Antillas de la lista de naciones patrocinadoras , ¿podemos confiar en un cambio tan repentino?

De momento, se impuso la verdad y la justicia, tras largos años de reclamo, no solo de Cuba, sino de un amplio movimiento de solidaridad generado en todos los continentes, donde voces amigas acompañaron a la isla en las más disímiles tribunas.

Si bien la historia de las relaciones entre ambas naciones está marcada por tensiones y antagonismos que no se desvanecerán con un simple borrón y cuenta nueva, desde nuestro país se afirma que la decisión va en el camino correcto, aunque el bloqueo sigue vigente con todas las medidas coercitivas que se impusieron en el 2017 para recrudecerlo.

Cuba nunca debió incluirse en la lista de naciones patrocinadoras del terrorismo, por lo que la decisión de Washington aunque limitada y tardía, es una victoria para un país como el nuestro promotor de la paz y la solidaridad.

Por: Grethel Raymond Chacón