“A medida que los bombardeos de las fuerzas israelíes se intensifican en Rafah el desplazamiento forzado continúa”, alertó en su cuenta en la red social X el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (Unrwa).
Alrededor de 110 mil personas huyeron de esa urbe en busca de seguridad, pero ningún lugar es seguro en la Franja, donde las condiciones de vida son atroces, subrayó.
En la misma red social, la vocera de la Unrwa en Gaza, Louise Wateridge, también criticó el desplazamiento de los palestinos.
“Las familias continuaron empacando y mudándose durante toda la noche, las carreteras estaban congestionadas”, afirmó la funcionaria, que divulgó un vídeo sobre la situación en el terreno.
En los últimos días la tensión aumentó en torno a la sureña urbe, donde se refugian más de un millón de personas.
Las tropas israelíes ya ocuparon esta semana el cruce fronterizo de igual nombre, que durante los últimos siete meses representó la única puerta de entrada a Gaza de alimentos, medicinas y combustible.
El primer ministro Benjamin Netanyahu amenazó con ordenar a sus tropas entrar en la localidad, pese a la ola de críticas internacionales a una acción de fuerza en medio de una zona densamente poblada de civiles, la mayoría mujeres y niños.
En respuesta, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) advirtió hace días a Israel que su entrada a Rafah “no será un paseo”.
La ONU estima que la mayoría de los palestinos desplazados en la urbe huyeron de otras zonas del enclave costero para escapar de las bombas de las tropas del vecino país.