24 de febrero de 1895: El inicio de una guerra pujanteGuantánamo.- Más de una treintena de patriotas encabezados por Pedro Agustín Pérez (Periquito), líder político-militar de la región de Guantánamo, se reunieron el 24 de febrero de 1895 en la finca La Confianza con la decisión de iniciar la Guerra Necesaria evocada por José Martí, delegado del Partido Revolucionario Cubano, y combatir al yugo colonial español hasta alcanzar la independencia.[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”ver menos” ]

Una semana antes, Periquito había recibido la indicación del General Guillermón Moncada, quien notificaba la orden del Apóstol y del Generalísimo Máximo Gómez, para arrancar la contienda bélica.

El libro Síntesis histórica municipal Guantánamo, publicado por la Editorial El Mar y la Montaña en el año 2011, reseña que, además de La Confianza, en el Alto Oriente cubano ocurrieron otros seis levantamientos armados, entre ellos el de Boca de Jaibo, donde en la mañana del histórico día Periquito se pronunció junto a su esposa Juana Pérez, su hija Ruperta, su nieto Jesús Pérez y su yerno Francisco.

La acuciosa investigación realizada por 13 historiadores locales también reveló que acciones similares tuvieron lugar en el ingenio Santa Cecilia, donde se levantó en armas Pedro Ramos, mientras que Pedro Brooks tomó el poblado y se apoderó de algunos pertrechos y alimentos.

El patriota Enrique Tudela, en cumplimiento de una orden de Periquito, atacó el fortín de Morrillo Chico, acción considerada la primera victoria militar de la nueva guerra.

El Coronel español Juan Copello, jefe de la plaza de Guantánamo, no fue sorprendido por los acontecimientos. Días antes del estallido, sus espías habían informado movimientos sospechosos que obligaron a reforzar las medidas de seguridad, en particular en la Villa del Guaso y la bahía de Guantánamo.

Copello ordenó, sin éxito, la detención de 35 comprometidos, entre los que se encontraban Periquito, Evaristo Lugo, Dionisio Babastro, Emilio Enrique, Vicente Tudela, Enrique Brooks, Manuel Fonseca, Víctor Manuel Caballero, Bartolomé Madariaga y Prudencio Martínez.

En los días siguientes al 24 de febrero, se incrementaron los enfrentamientos armados en Guantánamo. El 25 fue tiroteado, desde los Altos de San Justo, el cuartel de la Guardia Civil, y el 26 las tropas de Periquito sostuvieron un combate en la finca La Gloria con las fuerzas españolas que operaban bajo las órdenes del teniente Muñiz.

El 4 de marzo, en Los Mamoncillos de Ullao, cayó herido Alfonso Toledano, quien murió días después y resultó el primer mambí caído en combate en Guantánamo.

De esa forma, los mambises guantanameros cumplieron a cabalidad las órdenes de Martí y Gómez, y convirtieron a la región en baluarte de la Guerra Necesaria.

En ese sentido, el reconocido historiador guantanamero Wilfredo de Jesús Campos Cremé sostiene que “un hecho insólito tuvo lugar ese día. Sólo en Guantánamo los patriotas levantaron un Acta en la cual dejaron constancia histórica de las razones que los animaron a incorporarse a la Revolución. Ese documento fue ocupado cuando las fuerzas españolas tomaron la prefectura de Ocujal. Igual suerte corrió el Archivo de Periquito.

“En esa fecha Cuba fue sacudida por una ola revolucionaria caracterizada por alzamientos armados en diversos puntos de su geografía. Baire, Ibarra, Guantánamo y Manzanillo sobresalen sobre el resto, teniendo en cuenta que alcanzaron un mayor nivel de organización y su impacto fue visible en la sociedad de entonces”, enfatizó Campos Cremé.

Sin embargo, en la historiografía cubana y extranjera se conoce a los acontecimientos del 24 de febrero de 1895 como el Grito de Baire, denominación que se mantiene hasta nuestros días.

Quince años después de los sucesos, en 1910, en ocasión de conmemorarse un aniversario más del inicio de la contienda, la delegación de Veteranos de la Independencia de Guantánamo acordó reunir a los protagonistas de aquel momento trascendente para reconstruir los detalles esenciales del documento perdido, lo cual se verificó el 24 de febrero de ese año en la finca La Confianza.

Regino Eladio Boti, en su libro El 24 de febrero de 1895, publicado en 1923, defendió con sólidos argumentos los méritos de la región de Guantánamo durante esos acontecimientos, en especial el pronunciamiento armado protagonizado por Periquito.

En el ensayo que le sirvió para ingresar a la Academia de la Historia de Cuba, Boti expresó Hacer del heroico Baire el centro aislado o principal del levantamiento, sería desconocer que, como resultado de una sabia orientación de Martí, lo que tuvo lugar fue un levantamiento simultáneo”.

Un análisis mesurado del asunto permite apreciar que ese día se mostró la capacidad organizativa alcanzada por los mambises guantanameros luego del nacimiento del Partido Revolucionario Cubano, dirigido por José Martí, el autor intelectual de esa guerra pujante.[/bg_collapse]

Por Jorge Cantalapiedra Luque

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