Guantánamo.- Alec Jañez Montenegro es un niño guantanamero que antes de cumplir el año y medio de vida comenzó a presentar trastornos psicomotores; y con ello su vida y la de la familia dio un vuelco total.
Sin embargo al incorporarse a la equinoterapia, la confianza y la alegría fueron abriéndose paso nuevamente en sus días, lo cual consolida a este método como una herramienta útil para mejorar la calidad de vida de muchas personas, sobre todo infantes con dificultades funcionales.
Les proponemos conocer su historia a través de la siguiente crónica de la estudiante de Periodismo, Claudia Llamos Ortega:
En Guantánamo este programa tiene como escenario el parque de diversiones Elpidio Valdés y cuenta con el apoyo del establecimiento local de la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna, que proporciona los animales y el personal para su atención y entrenamiento, así como de especialistas de las direcciones provinciales de Salud, Educación y Deportes, entre ellos un psicopedagogo, pedagogo, fisioterapeuta, logopeda, profesores de Educación Física y otros.
Está demostrada la efectividad del uso de caballos para la rehabilitación física y emocional de personas con autismo, trastornos neuromotores, síndromes de Down, Rett y Wett; parálisis cerebral, alteraciones de la conducta, problemas de concentración, hiperquinesia, y otras patologías.
De acuerdo a la literatura especializada, un caballo entrenado para la actividad, en la marcha transmite impulsos rítmicos al paciente que le proporcionan estímulos fisiológicos para regular el tono muscular y favorecer el movimiento coordinado.
La equinoterapia también aviva la integración sensorial, desarrolla el equilibrio vertical y horizontal, además de aumentar la concentración, autoconfianza, autoestima, y la interrelación social.