Guantánamo – Con la siembra de más de 96 hectáreas de arroz popular en la presente campaña de primavera, el cultivo del cereal muestra signos de recuperación en la provincia de Guantánamo.
Según la información ofrecida por Maritza Frómeta Lobaina, especialista en granos en la Delegación territorial de la Agricultura, se estima cosechar unas 193 toneladas destinadas al autoconsumo de la Empresa Avícola Provincial, la Unidad Empresarial de Base de Semillas y la venta a la población.
Frómeta Lobaina precisó que como parte de la estrategia para contribuir a mejorar los indicadores productivos del demandado alimento, el programa prevé sembrar también en la venidera campaña de frío, la cual inicia el próximo primero de septiembre 307 hectáreas y obtener 614 toneladas de arroz consumo, distribuidas en los 10 municipios.
El mayor volumen de laboreo lo tiene comprometido el municipio de Guantánamo, seguido de Baracoa, Manuel Tames y el Salvador.
La especialista en granos apuntó que a pesar de la poca disponibilidad de insumos y la tecnología necesaria para el beneficio del grano, en 2025 el propósito es incorporar 100 hectáreas más a este programa en el municipio de Guantánamo.
De esa cifra 40 se desbrozarán en terrenos de la Cooperativa de Créditos y Servicios Enrique Campos, y 60 en Paraguay, las cuales están infestadas por el marabú, y está pendiente de recuperación de un sifón para trasvasar el agua que necesitan las siembras.
Asimismo, Frómeta Lobaina señaló que se tramita el estudio de las áreas perteneciente a AZCUBA, ubicada en la Sombrilla de Paraguay, sobre la disponibilidad de agua y el estado agronómico del suelo, lo cual permitiría la incorporación de 100 hectáreas más, y sembrar en las dos campañas 507 hectáreas para alcanzar una producción estimada en mil 14 toneladas de arroz consumo.
Aunque Guantánamo no está incluido entre los territorios con aportes de grandes volúmenes de arroz popular en el país, el fomento de su siembra apunta a satisfacer de forma paulatina la demanda de la canasta familiar normada y el consumo social, a partir de las dificultades para su adquisición en el mercado internacional y el marcado decrecimiento en la producción nacional.