Guantánamo – Más de 170 toneladas de carbono por hectárea capta anualmente desde la atmósfera el área protegida Cuchillas del Toa, declarada Reserva de la Biosfera en 1987, monto que refleja la positiva incidencia de ese paraje en la mitigación de los efectos del calentamiento global.
Los cálculos sobre la retención de carbono se obtuvieron mediante el uso de la aplicación informática Sumfor o Sumidero Forestal, informó el Doctor en Ciencias Bárbaro Zabala Lahitte, especialista de la Unidad provincial de Servicios Ambientales y autor de una pesquisa sobre el enfoque geoecológico para el ordenamiento ambiental de Cuchillas del Toa.
La citada herramienta cuantifica la biomasa aérea y soterrada, necromasa y suelo, bosques naturales, artificiales y en desarrollo de la Reserva que posee los mayores niveles de biodiversidad y endemismo de las Antillas.
Zabala Lahitte pronostica que de mantenerse o incrementarse la cobertura forestal en la importante área protegida, la cual asciende a más de 105 mil hectáreas de bosques naturales, en una década podría duplicarse la retención o fijación de carbono.
El resultado de la indagación es una referencia obligada para cualquier evaluación posterior en ese tipo de áreas protegidas y representa un salto cualitativo en el esfuerzo del sector forestal cubano por contribuir a la Tarea Vida en todas sus dimensiones, destacó el Doctor en Ciencias Arnaldo Alvarez Brito, investigador titular del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales.
En Cuba la retención de carbono en los bosques sirve para compensar una parte de las emisiones y honrar los compromisos del país con el Protocolo de Kyoto, mecanismo de ejecución del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático.