Por estos días cubanólogos, de dentro y fuera de Cuba, se empeñan en mostrar en las redes sociales supuestas expresiones de desánimo, apatía y rechazo de los trabajadores cubanos a conmemorar el Primero de Mayo, Día de la clase obrera mundial.
Todo lo contrario a esta matriz de opinión que nos intentan imponer es lo que sucede en colectivos laborales, áreas de concentración y productivas, y en las plenarias que se realizan previo al Primero de Mayo. Así sucede en Guantánamo, a pesar de las limitaciones, obstáculos y dificultades de todo tipo.
Es cierto que son muchas las carencias, pues a los cubanos que vivimos solo del fruto del salario, desde el punto de vista logístico, nos falta de todo o casi de todo, que al decir del poeta “no es lo mismo, pero es igual”.
Sentimos en nuestros hogares la llegada tardía y fraccionada de los productos de la canasta básica normada, los apagones continúan su presencia, el transporte público es escaso, los medicamentos más demandados por quienes lo necesitan apenas aparecen en la red de farmacias, y la factura para llenar el plato de comida sigue con su subida exorbitante de los precios.
Sin dudas son realidades de una contracción económica que nos golpea a muchos, y nos tiene viviendo como se dice: “el día a día”. Y sin dudas son condiciones que propulsan en muchos el desaliento, la inactividad y hasta la indolencia.
Pero, por suerte y por años en que la Revolución sembró mucha educación, este es un pueblo que sabe analizar y sobre todo valorar las causas por las que vivimos las dificultades actuales.
Por otra parte, el cubano tiene impregnado en su ADN grandes dosis de resistencia, de optimismo, de ese humor tan vital para la vida y de decisión para enfrentar los más grandes obstáculos. Valores que no pueden entender quienes no conocen o viven la experiencia de la resistencia cubana.
Y es por eso, como dice aquella ya cincuentenaria canción “…a pesar de los pesares, Cuba Va.”
Y por eso celebraremos, nuevamente con alegría este Primero de Mayo, una conmemoración que hace mucho en Cuba dejó de ser exclusiva de los trabajadores para ser de los estudiantes, los niños, ancianos y toda la familia.
En Guantánamo habrá desfile y allí de seguro nos veremos.