Guantánamo- Entre el zumbido de las abejas, el olor de las flores y el monte húmedo lleva más de 20 años Wilberto San Miguel Legrá, un yaterano amante de la apicultura.
Para el laborioso apicultor, un abanderado del optimismo y la perseverancia, no hay nada mas bello que iniciar la cosecha de la miel, una producción que se beneficia para la exportación, el mercado interno en divisa y la industria farmacéutica.
La periodista Idalia Bastista ofrece los pormenores de esa actividad en el siguiente reporte.