Guantánamo – Más de 1 240 guantanameros y guantanameras –entre estas últimas 150 madres–, hasta hace poco desempleados, y que residen en comunidades vulnerables localizadas en su mayoría en la cabecera de esta provincia y de Caimanera, Imías y Maisí, han accedido en el actual año a nuevos empleos.
Las referidas ofertas laborales se localizan casi todas en el sector no estatal, y fueron creadas como parte de la atención integral que organismos, entidades e instituciones del territorio les prestan a personas y familias que viven en condiciones de vulnerabilidad.
Con ese tipo de desventaja social, Guantánamo ha identificado un total de 112 barrios y comunidades, asiento de más 53 000 familias y de una cifra superior a los 168 540 habitantes, en los diez municipios del territorio, con Baracoa y la capital provincial como los de mayor incidencia.
De acuerdo con una información al respecto, abordada en la sesión de diciembre del Consejo Provincial de Gobierno en el Alto Oriente cubano, la asistencia social ha favorecido con servicios, recursos y prestaciones monetarias, a algo más de 900 de esos frágiles núcleos.
A otras más de 2 000 viviendas han llegado bienes personales y enseres del hogar, cuyo valor monetario supera los 13 000 000 de pesos, monto que incluye la entrega de 65 ayudas económicas condicionadas, a familias que habitan en comunidades en proceso de transformación. En su totalidad, estos gastos corren por cuenta del Estado cubano.
Según el documento, a 29 de las 669 madres guantanameras de tres hijos o más, que viven en comunidades en situación de vulnerabilidad, se les ha entregado viviendas. Otro grupo de ellas ha recibido ayuda económica.
Amparo social y labor preventiva constituyen premisas de este programa, que va por la transformación de barrios y comunidades vulnerables, con acciones que responden a una lógica humanista y de prevención, legado del Comandante en Jefe y del enero triunfal de 1959.