Jorge Estrada Velázquez, jefe de inspección en el Centro Integral de Atención al Cliente (CIAC), ha dedicado gran parte de su vida profesional a mejorar esa área de trabajo en el sector eléctrico en Guantánamo, un puesto laboral que demanda de un fuerte compromiso.
Refiere que se graduó de Física, para ser profesor, trabajó como docente investigador en la Universidad de Ciencias Médicas, impartiendo clases de Bioestadística, sin embargo, la pasión por su especialidad lo llevó a un nuevo camino en 2006, cuando se unió al CIAC, en el cual acumula 19 años de experiencia.
Al ingresar a la Empresa Eléctrica, Jorge se enfrentó a un panorama donde las quejas y las interrupciones no se gestionaban de manera adecuada.
La atención al cliente era rudimentaria, solo existía un teléfono donde alguien tomaba las llamadas, desde allí se atendían sin el apoyo de tecnologías modernas y en esas condiciones se me confió la tarea de formar un equipo, compuesto por personas con turnos rotativos bajo un régimen poblacional y yo supervisaría la eficiencia en la gestión de interrupciones, rememora.
Esa experiencia representó un reto significativo para Jorge, el cual provenía del ámbito académico y nunca había incursionado en el mundo del servicio eléctrico, sin embargo, asumió la responsabilidad de dirigir el Centro de Recepción de Interrupciones, que con el tiempo se especializó y se convirtió en la Unidad Empresarial de Base del Centro Integral de Atención al Cliente.
El proceso de captura de interrupciones es fundamental en mi trabajo, cuando un cliente llama al 18888 para reportar una falta de fluido eléctrico o un transformador averiado, el sistema permite identificar rápidamente la naturaleza del problema, ya sea una poda necesaria en el tendido primario o una zona con bajo voltaje, además, el CIAC se encarga de recibir planteamientos, denuncias y sugerencias, todo bajo un protocolo diseñado para garantizar una respuesta efectiva, explica.
Posteriormente, se adentró en la dirección comercial y se centró en mejorar la relación con los clientes, además de convertirse en un ferviente defensor de la formación continua del personal.
En la dirección comercial participé en programas de inversión para construir oficinas de esa área y luego me dediqué a la inspección, que consiste en el control que se realiza sobre los consumidores, detalla.
He guiado a tres generaciones de eléctricos, muchos de los cuales han ascendido a puestos directivos y para mí cada uno forma parte de una familia profesional que sigue creciendo y desarrollándose, les inculco valores fundamentales como la laboriosidad, la honradez, el compromiso, la empatía, la dedicación y actualmente me encuentro formando a 19 jóvenes en un curso de supervisión del consumo de los municipios de Guantánamo, El Salvador y Niceto Pérez.
A lo largo de su trayectoria, Jorge ha aprendido que cada momento ofrece una enseñanza valiosa, resalta la importancia de aplicar ese conocimiento para el bien común y subraya que siempre se puede aprender de los demás.
Recuerdo que en mis inicios como cuadro, solía tomar las situaciones laborales de manera muy personal, lo cual me llevó a experimentar un desgaste físico considerable, trabajaba desde las seis de la mañana hasta las ocho de la noche y a pesar de los retos, esa etapa resultó una excelente oportunidad de crecimiento personal y profesional.
Considera que pertenecer a la comunidad de los eléctricos implica compartir un oficio que exige un gran compromiso, especialmente por los peligros que conlleva, se siente muy agradecido de todos los colegas que lo acogieron por aquel entonces, todos somos parte de una gran familia, dice, y le agradezco especialmente a Edith Ballester Rosales, jefa de despacho de la Empresa Eléctrica Provincial, la cual me ayudó en mi formación.
Mi familia se siente orgullosa de mi profesión, aunque a veces debo desplazarme a otros municipios para realizar inspecciones, ellos comprenden y respetan mi labor, el amor que me brindan compensa su ausencia.
Para Jorge, su trabajo representa un compromiso con la población, no se trata solo de brindar un servicio, su labor es de vital importancia en la prevención de las interrupciones en el suministro eléctrico y en reconocimiento a esa dedicación, recibirá la medalla Ñico López que otorga el sector, en ceremonia programada para el 14 de enero, Día del Trabajador Eléctrico.
Fuente: ACN