“Siéntese como en su casa”, dijo este jueves la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, al Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien visitó la sede de ese organismo de las Naciones Unidas, en el marco de su participación en la Cumbre por un Nuevo Orden Financiero Mundial, que se realiza en esta ciudad.

Luego del recibimiento en la entrada de la emblemática edificación, reconocida como un tesoro de la arquitectura moderna, y de tomarse la foto oficial frente a las banderas de Cuba y la UNESCO, ambos líderes sostuvieron un encuentro, en el que la Directora General dio la “cordial bienvenida” al mandatario cubano y calificó de excelentes las relaciones de la Mayor de las Antillas y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Azoulay dijo que guardaba muy gratos recuerdos de su visita a La Habana, ocurrida en diciembre de 2019, en la cual igualmente fue recibida por el Jefe de Estado en el Palacio de la Revolución.

Díaz-Canel significó que cada vez que viene a la UNESCO –esta es su segunda ocasión aquí, la anterior fue en 2018– se siente como en casa, y agradeció “mucho la oportunidad de volver”.

Luego de las conversaciones, el Presidente cubano dejó escrito en el libro de visitantes a este organismo multilateral, que “constituye un inmenso placer visitar nuevamente la sede de la UNESCO y poder conversar, compartir ideas, sueños y propósitos en función de la defensa de la educación, la ciencia y la cultura como pilares para la paz mundial”.

Muchas gracias por darnos esta posibilidad, suscribió, con todo respeto, admiración, cariño de Cuba por el trabajo de la UNESCO.

“La UNESCO puede contar con Cuba, como Cuba cuenta con la UNESCO”, acentuó.

Acerca de esos vínculos, históricos y muy profundos que desde hace 70 años existen entre Cuba y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), comentó a la prensa la embajadora de Cuba ante esta Organización, Yahima Esquivel Moynelo.

Fue el triunfo de la Revolución cubana, reflexionó, el hecho que permitió que se estrecharan más las relaciones entre la Mayor de las Antillas y la UNESCO, pues justamente este organismo multilateral “promueve los principios fundamentales de nuestro proyecto social”.

Como hitos en esa relación de siete décadas que se ha establecido, Esquivel Moynelo destacó las visitas de los últimos directores generales de la organización a Cuba: la actual directora, Audrey Azoulay, estuvo en el 2019, y su predecesora, Irina Bokova, lo hizo en tres ocasiones, así como varios años antes nos visitó Federico Mayor Zaragoza.

En la sede de la Organización, recordó la Embajadora cubana, “hemos tenido el privilegio también de recibir al General de Ejército Raúl Castro, en el año 2016, en el contexto de su visita de estado a Francia”, y también al Presidente Díaz-Canel en dos ocasiones, primero en el 2018, y ahora en el contexto de la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial.

Con especial significación evocó la histórica visita realizada en el año 1995 por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en cuyo contexto pronunció un gran discurso en el Consejo Ejecutivo de la UNESCO.

Son hechos que también respaldan ese compromiso de Cuba con la UNESCO y de la UNESCO con Cuba, que acerca y reafirma las relaciones existentes, consideró. Y como parte de ese compromiso mutuo, destacó, igualmente, cómo cada año la Organización envía a las Naciones Unidas un informe sobre las implicaciones que tiene el bloqueo para la nación caribeña en el ámbito de las esferas de competencia del organismo multilateral.

Y ha sido sin dudas, subrayó, una relación histórica, basada en el respeto, en la cooperación y en el intercambio, donde “Cuba no solo es beneficiaria de la visión y el mandato de la Organización, sino que también la Organización se ha beneficiado de la experiencia de Cuba en los ámbitos del patrimonio de la gestión integral del patrimonio, de la educación y otros”.

Uno de los hitos más significativos de esos históricos nexos es la Campaña de Alfabetización de Cuba, llevada a cabo en 1961. En ese momento, argumentó Esquivel Moynelo, la “UNESCO apoyó en la elaboración de las cartillas y manuales, así como en el asesoramiento metodológico de ese proceso”.

El Comandante en Jefe siempre lo decía, rememoró, el mundo y el sistema de Naciones Unidas necesitan de una organización como la UNESCO para los países en desarrollo.

En el actual contexto, valoró, es fundamental “seguir trabajando y consolidando nuestras relaciones con la Organización para continuar promoviendo la educación como un derecho humano fundamental; al igual que el acceso a la cultura y la ciencia, en función y en beneficio del hombre”.

Al referirse a los proyectos conjuntos que existen en estos momentos, explicó que uno de los más importantes que se desarrolla es el llamado Transcultura, “donde La Habana es un polo de formación regional para los jóvenes del Caribe”.

Este proyecto, detalló, que se realiza de manera conjunta con la Unión Europea y que también gestiona la UNESCO desde su oficina en la capital cubana, “está dedicado a los jóvenes del Caribe”. Para su desarrollo, detalló, Cuba utiliza “sus instituciones docentes como el Instituto Superior de Arte, la Universidad de La Habana, el Colegio Universitario San Gerónimo, y la Escuela Internacional de Cine, para formar a los jóvenes en aspectos como las industrias culturales y creativas”.

Es este, aseguró, un proyecto importante para la región, para la Unesco y para Cuba.